sábado, 3 de abril de 2010

¡P.i.B.! en Regina


El ¡P.i.B.! salió a la calle...

Fue un trabajo distinto. Por primera vez el colectivo tuvo que integrarse para realizar una sola pieza.

Aunque con sus complejidades, los espacios en los que hemos expuesto previamente han permitido que cada quién realice su intervención, dialogue con el lugar desde su visión y con los medios que nos han evocado tanto el lugar como su contexto: restaurantes, oficinas, bares, galerías, estacionamientos, casas abandonadas...nos permitieron conectarnos individualmente con sus implicaciones, aunque las exposiciones fueran colectivas.

Un grabado en la pared, recorte de vinil en un gran ventanal, una explosión de tablaroca, un esténcil en la banqueta, un muro serigrafiado; técnicas todas como soluciones a espacios distintos.

Una serie de dos cuerpos amarrados y decapitados que se multiplican una y otra vez en un muro, los caminos que nos señala el poste de las direcciones del mundo actual, la investigación y venta de un producto dentro de las instalaciones y con el personal de una agencia de investigación como entrevistados, la mazorca de maíz futura que bajo la luz ultravioleta denota su carácter transgénico, sentir venir 'el zapatazo' en carne propia, implantar estándares de belleza anglosajones a la mujer mexicana, pensar la cultura desde una perspectiva terapéutica, toparse con los distintos reflejos del árbol de la vida posmoderna y la eterna dicotomía naturaleza-tecnología, la danza romántica con la muerte; han sido algunos de los temas de algunas de las piezas que algunos de los miembros han realizado. Lecturas cortas e incompletas por supuesto, pero que denotan la diversidad de preocupaciones de este colectivo chilango.


Trabajando en el aquí y el ahora, pero fuera del ideario místio-religioso que se ha puesto tan en boga. No hay meditación ni pretensión, sólo impulso y una visión del momento histórico que nos rodea: temas que están en 'el aire' plasmados en lugares con historias, contextos, atmósferas, implicaciones y arquitecturas propias. ¡¿cómo ignorar el tiempo y lugar en que exponemos?!

Como cada expo del ¡P.i.B.!, intervenir 'El Portal' (una mampara de 13 mts. x 3.5 mts. que tapa la fachada de un edificio en ruinas) fue un reto. Tanto técnico como temático. Ni siquiera pasó por nuestra mente dividir el mural para que cada quién hiciera lo suyo, desde el inicio la idea fue hacer una 'sola pieza', pero ¿cómo lograrlo, si además de no haberlo hecho todavía, y si algo 'define' al P.i.B. es el respeto a la visión de cada uno de sus integrantes?

Pienso que el ¡P.i.B.! sin proponérselo explora la manera en que un grupo humano puede funcionar sin imposiciones ni decretos, lograr 'fines en común' respetando la visión personal de cada uno de sus miembros, algo inconcebible en instituciones de gobierno, privadas, asociaciones civiles, o grupos guerrilleros. ¿Hay ejemplos de grupos que trabajando sin imponer reglas eviten el caos o la desorientación fatal? estoy seguro y me gustaría conocerlos porque comienzo a identificarme con este proceso...

Aunque el mural de Regina sea una 'sola pieza' que contiene un amplio eje subyacente (México), es evidente su carácter de intervención colectiva ¿Habrá quien considere lo anterior un cliché? , si así fuera ¿qué fuerzas mueven este interés y modo de trabajo?, ¿qué nos dicen del momento y contexto actuales?

Pensar y trabajar la idea de México desde perspectivas distintas en una sola pieza pública que invita al peatón a detenerse y sumergirse en una fantasía de color y símbolos que reconoce; no era nuestra intención, pero sin duda fue el resultado. El mural llama la atención, las personas que pasan se detienen, lo observan, lo comentan, se indignan, se ríen...

Trabajar en conjunto para una 'sola pieza' fue una experiencia divertida, muchas mentadas de madre, muchos acuerdos, mucha ayuda mutua y mucha inspiración compartida...

El resultado de este experimento puede verlo usted caminando por la calle de Regina casi esquina con 5 de febrero, en el Centro Histórico de esta capital mexicana.

Hipozz